Júzgame Señor

Publicado por Rev. Jose Peña en

Salmo 7:8-12

Desde que Adán cayo en pecado, todos los hombres nacen en la misma condición y hemos heredado la nueva naturaleza del hombre, antes de caer Adán el hombre era santo y puro, ahora es pecador y malvado, sus intenciones no son buenas a esto llama la Biblia alguien impío, alguien que no teme a Dios, alguien que vive su vida haciendo maldad sin sentir remordimiento, ni temor de ofender a nadie, ni a Dios.

David que conoce tan de cerca a Dios, es capaz de hablarle a Dios de una forma distinta a todos los demás. David sabe que Dios juzgará a los pueblos, es decir; a todas las personas, pero lo sorprendente es que David le pide a Dios que lo juzgue en este momento en que está siendo perseguido, David cree conocer su corazón, cree que sus intenciones no ofenden a Dios, por eso dice: conforme a mi justicia (a lo que yo creo son intenciones buenas) y a la integridad que hay en mí.

Una persona con principios bíblicos es una persona que teme a Dios, es una persona que tiene integridad (es cabal y correcto en todo lo que hace), alguien que se mantiene a cuentas con Dios.

David conoce que Dios es quien prueba los corazones y las mentes, en otra versión dice y los riñones (el hombre interior, sus intenciones).

Conocer a Dios y su carácter nos hace comprender que podemos depender de El, David clama: Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón.

Conocer nuestro corazón es muy importante también, pues creernos perfectos es una cosa muy peligrosa, saber que estemos siguiendo la voluntad de Dios es algo muy distinto. David sabía que todo lo que el hacia lo hacia siguiendo el camino que Dios le había trazado, con obediencia y mansedumbre, David aun cuando era manso sabía que podía depender de la justicia de Dios, si un justo está siendo atacado, esta siendo presa del impío, debe tener por seguro que Dios lo defenderá.

Este día puedo confiar en Dios, y para conocer mi corazón y poder estar a cuentas con Dios, es necesario que como David también pongamos a prueba nuestro corazón, diciendo a Dios júzgame: mira si mi justicia esta buena, ¿esta bien lo que estoy haciendo o será que estoy equivocado? pero tu conoces las intenciones de mi corazón, que todo lo que deseo es hacer tu voluntad, agradarte.

Considerar las injusticias que nos hacen no vale la pena, es mejor ampararnos a aquel que es justo, al que conoce la verdad de todas las cosas y nada oculto hay para El.

Oración:

«Señor Dios mío, gracias por tu palabra, gracias por David tu siervo, tu amado, razón tenías de amarlo como lo dice tu palabra, pues ejemplo nos ha dejado para que así como el hacía también nosotros hagamos.

Juzga mi corazón, examíname y hazme ver mis errores, ten misericordia de mi y cuando se levanta injusticia contra mi se tu mi escudo, porque yo en ti he confiado, en ti he confiado mi vida, mi familia y todo lo que Tu me has dado.

Extiende tu mano a mi favor, prospérame aun en medio de la adversidad. Que mis enemigos vean que Tu estas conmigo y tengan temor de Ti.

Amén»

 


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