Respondiendo al llamado de Dios

Publicado por Rev. Jose Peña en

Éxodo 24:9-18

Moisés gozaba de una comunión con Dios como ningún hombre lo ha hecho jamás, leemos en la escritura como Dios le hablaba cara a cara, Moisés era un hombre con defectos como todos, pero su corazón era siempre obedecer a Dios.

En esta porción vemos que junto con 70 ancianos o príncipes del pueblo, Aaron y sus hijos, suben hasta una parte del monte Sinaí y pueden ver en forma corporal a Dios, pues ven que debajo de sus pies había un piso de zafiro. Este no es otro que Jesús al cual se le menciona que es el Dios de Israel, también se nos dice que El escribió las tablas de la ley con su mano, los setenta testigos (seguramente para que no duden que Moisés estuvo con Dios y que fue Dios mismo que le dio la ley), no sufrieron la muerte que se espera que sufra todo aquel que ve a Dios, al contrario; como en la mayoría de pactos hubo un banquete, comieron y bebieron tranquilos al comprender que su sacrificio u ofrenda había sido bien recibida.

Josué se menciona aquí como el ministro, ayudante o servidor de Moisés, el cual todavía Dios lo levanta (lo destaca) mas allá de los setenta y lo hace acompañar a Moisés un poco mas arriba. Moisés entra un poco en la nube de gloria por seis días y al séptimo día de espera finalmente recibe el llamado de Dios de entrar a su gloria.

Ante los ojos de todos, la presencia de Dios era como un fuego que destruiría todo lo que tocara, sin duda; Moisés tenía un gran temor hasta de acercarse, cualquier ser humano lo habría tenido.

Posiblemente esta fue la razón por la que Dios no hizo entrar a Moisés de una vez, tenía que pasar en su presencia, recibir el valor, la fortaleza, la inspiración, la purificación (santificación) y lo que era necesario de parte de Dios de poner sobre Moisés, a fin que este pudiera entrar directamente a hablar con El.

Cuantos pueden decir que han tenido la experiencia de Moisés, realmente nadie, y lo que es de admirar, es su actitud humilde, Moisés no salió corriendo a la presencia de Dios pensando que ya estaba listo para servirle. Moisés nunca pensó que el estaba capacitado para servir a Dios pero ahora había aprendido que cuando espera en la presencia de Dios, El lo capacita, Dios da todo lo que necesitamos, si el nos llama a servirle, aun cuando los demás no lo aprueben, al final es Dios quien nos capacita, no existe una capacidad que el hombre pueda adquirir por consejo o por merito propio.

Dios envía hombres a hacer un trabajo que es imposible para los hombres, por eso es que solo Dios puede dar a estos hombres lo necesario para que sea posible hacer lo que El desea.

Debemos aprender que no podemos correr de manera impulsiva, Dios llama, respondemos, pero debemos ir manteniéndonos sensibles y en su presencia, a fin de recibir lo que El quiere impartir sobre nosotros. Cuando estemos listos oiremos su voz y veremos su gloria.

Oración:

Amado Señor, gracias por que comprendo que me has llamado a servirte, he esperado por muchos años y seguiré esperando, pues comprendo que solo Tu puedes darme lo que necesito para hacer Tu voluntad.

Padre capacítame con Tu Santo Espíritu, estaré siempre atento esperando, cuando Tu me digas: ve ahora.

Amén.


0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *