Una actitud sincera

Publicado por Rev. Jose Peña en

Hechos 15:1-11

La raíz del cristianismo es la religión judía comenzando con Moisés, sin embargo el nuevo pacto abrió la puerta para todo el mundo a un nuevo sistema, en este momento los primeros creyentes (judíos primeramente), vieron un crecimiento que ellos no esperaban, algunos se oponían pero al ver que no se podía detener, trataban de convertir al judaísmo a los nuevos creyentes. Este fue el periodo de choque entre los dos testamentos. Gracias a Dios por los que tuvieron la revelación.

Pedro con toda sinceridad reconoce que poner una carga sobre los nuevos creyentes era tentar a Dios, y reconoce que nadie había sido capaz de llevar esa carga, ni sus antepasados, ni ellos mismos, como pues podía exigir esto, y eso los llevo a pensar y darse cuenta de la libertad que el evangelio había traído consigo.

Al leer este pasaje nos ponemos a veces a pensar en los hermanos que venían de ser fariseos, es decir; los religiosos y tradicionalistas, y pensamos que esos tiempos eran difíciles. Sin embargo, en nuestros días el espíritu fariseo sigue presente y afecta a muchos creyentes que ya tienen tiempo en el Señor, estos se creen superiores, porque hacen muchas cosas (tradiciones), y cuando viene alguien que hace las cosas diferentes se sienten enojados porque no se hace como ellos dicen, pues piensan que Dios tiene un patrón.

Dios no tiene que hacer las cosas como nosotros creemos, solo porque así hizo una vez, no significa que siempre lo hará así, solo porque en la mayoría de los casos Dios hace algo de la misma manera, no significa que no puede cambiar su forma de operar.

El peligro del neo-fariseísmo como lo llamo yo, también puede afectar a los que vienen haciendo cosas diferentes pensando que con romper los patrones de los demás yo estoy siendo renovado y los demás están mal, como podemos ver cualquiera que adopta una “posición” de superioridad, de pensar que el esta correcto y los demás equivocados, eso lo convierte en un fariseo.

Este es un engaño del diablo para provocar separación y división, es parte del orgullo y hay que reconocerlo a tiempo, Dios desea que nuestra actitud sea siempre sincera, de todo corazón y de buena fe para con los demás (el espíritu de sospecha y duda no deben impedirnos confiar en los demás), esta actitud sincera debe venir acompañada de humildad, para poder entender que no podemos poner nuestras propias cargas, Jesús nos hizo libres y nos ama por igual, aun al mas malo Dios lo ama igual que al mas bueno (así de grande es su amor).

El único que siempre tiene la razón es el Espíritu Santo y a El debemos escuchar.

Oración:

Padre amado, perdóname las veces que por alguna razón me he sentado en la silla de juez, pensando que sé, o que tengo la razón, cada uno tiene su punto de vista, por eso te pido que me des de tu sabiduría para poder siempre darme cuenta del engaño del diablo y poder escapar de sus garras cuando me ponga contra mi hermano, examina mi corazón pues yo quiero siempre ser sincero contigo y quiero ser como tu hijo Jesús, humilde y manso de corazón.

Guíame siempre por el buen camino Señor.

Amén.


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