¿A quién conoces tu?
Hechos 17:19-31
Pablo ante los griegos, los cuales tenían muchos dioses lo cual le provocaba a Pablo un ardor por dentro por tanta idolatría, sin embargo estos tenían algo positivo de lo cual Pablo echa mano, primero tenían comezón de oír, no importa lo que fuera, querían siempre aprender algo nuevo, y otra cosa tenían un altar al “Dios desconocido”, esto por lo menos muestra que no se las llevaban de saber todo, entendían que debía haber uno que no conocían.
Pablo comienza su mensaje señalando ese altar y comienza a describirles que ese Dios es el creador de todas las cosas (incluyendo de los dioses de ellos, pues solo eran de materiales creados), les explica el origen del hombre, somos también creación de Dios (linaje suyo), y si algo tenemos es que palpando las cosas que ha creado podemos hallarlo, pues no esta lejos.
Ahora en este tiempo pasando por alto los tiempos de ignorancia se ha revelado a través de su hijo y de nosotros los que declaramos el mensaje que habrá un juicio contra el mundo por el pecado de cada uno, pero al mismo tiempo nos ofrece la salvación por medio de aquel que resucitó.
Muy similar a nuestros tiempos, cuando la gente tiene gran comezón de oír, hoy en día abundan las doctrinas falsas, hay muchos inventando por allí, tratando de entender a Dios, crean dioses extraños pues no se puede llegar a Dios con nuestro propio entendimiento.
En Hechos 16:14 dice: “Y estaba Lidia, vendedora de telas, y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía”; esto es que Dios tocó su corazón, tocó a la puerta de la fe, para que ella pudiera recibir la palabra y creer.
Conocer al Dios verdadero aunque es muy sencillo no es fácil, la gente quiere entender, quieren comprender para decidir si creer o no.
Pero eso no es lo que Dios quiere, la fe es cuando tocados por la palabra, nos damos cuenta que es El quien sostiene todas las cosas, todo existe porque el lo mantiene existiendo, si Dios dejara de soplar su aliento de vida, todo lo existen dejaría de ser. El manantial se secaría, el mar se corrompiera, lo verde de la tierra dejaría de ser, el mundo y los planetas se saldrían de su órbita.
Es mediante escuchar la palabra que su Espíritu Santo abre nuestro corazón, sin embargo; podemos endurecerlo cuando ponemos nuestra mente en el medio, Dios siempre desea llegar a nuestro corazón pues con la mente es imposible que podamos tener fe.
La mente es finita, aunque tiene mucha capacidad cuando nos metemos con Dios tenemos que pensar que es el “Dios no conocido” o imposible de entender y explicar, todos los que lo intentan terminan creando una secta falsa, Dios desea que lo conozcamos a través de nuestro corazón, es amándolo como se puede conocer al Dios verdadero, pues el que ama, confía, el que ama se entrega con toda seguridad.
Oración:
Señor Dios para mi ahora conocido, gracias porque solo a quien tu te revelas puede llegar a tomar la decisión de conocerte o ignorarte, me diste tu amor y yo sin merecerlo lo he tomado para mi, Tu eres mi Dios y yo he recibido tu regalo de amor, gracias por hacerme tuyo, mi amado Dios.
Te amo Padre.
Amén.
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