Amando a tus líderes

Publicado por Rev. Jose Peña en

Hechos 20:17-38

Pablo pasa apresuradamente por Mileto sin pasar por Efeso pero manda a llamar a los ancianos (pastores) de Efeso para que se reúnan con el a fin de darles una palabra de animo y despedirse de ellos por última vez, pues el había sido advertido en profecías que iba a ser prisionero.

Al llegar los ancianos les habla de cómo ellos deben seguir su ejemplo de humildad y sacrificio, como Pablo había con el trabajo de sus manos (haciendo tiendas) se había sostenido financieramente y no solo a el, sino a los que andaban con el, al final el propósito de Pablo era ayudar a los débiles.

La advertencia para los obispos era que tuvieran cuidado de ellos y del pueblo a fin de no caer en falsas doctrinas, pues vendrían lobos feroces a tratar de destruir y arruinar el trabajo del Señor. Al terminar su exhortación se puso de rodillas y oró con todos ellos, los cuales lloraron y lo abrazaban y besaban, tristes por lo que había dicho de que era su despedida.

Pablo pasó tres años y medio con los efesios, entregando su tiempo, su esfuerzo, su amor y gran dedicación para dejar un fundamento sólido en esa iglesia, el propósito de Pablo siempre fue ayudar al débil, esto no solo en cuanto a la fuerza física, sino también espiritual; el que no conoce de Dios es totalmente débil y puede ser engañado fácilmente por los lobos feroces a los cuales se refiere Pablo.

La actitud de los ancianos al final, muestra como en ese momento hace un gran impacto la despedida de Pablo, ellos le demuestran un gran amor y respeto, lloran con el, lo abrazan y lo besan, esto solo se logra cuando uno llega a valorar al enviado del Señor, el hombre que Dios pone en tu vida.

Muchas veces no apreciamos o no nos ponemos a pensar que no siempre estarán con nosotros, llegará un día que Dios nos mueva, que tanto aprovechamos sus consejos, su pasión al enseñar, su humildad y que tanto pudimos comprender cual era su propósito, que razón tuvo Dios en ponerlo en nuestro camino, ¿aprendimos? ¿lo valoramos? ¿somos mejores para algo? ¿habrá logrado su propósito o solo perdió su tiempo con nosotros?

Creo que la mayor muestra del amor de un mentor, es la dedicación y la cantidad de tiempo que ofrece para sus discípulos. Como discípulos no es necesario llegar al momento de perder a nuestro mentor, para mostrar nuestro amor, respeto y admiración por lo que Dios ha hecho en nosotros a través de el. La mejor satisfacción que se le puede dar a un mentor es que maduremos en todas las áreas, y que el se pueda verdaderamente multiplicar.

Pablo les comunica que su propósito era ayudar a los débiles no para que lo admiraran, sino para que ellos hicieran lo mismo y continuaran el trabajo de el; al igual que nuestro Señor Jesucristo antes de partir nos dejó de herencia la continuación de lo que fue su ministerio, anunciar el camino de salvación a toda la humanidad.

Oración:

Quiero darte gracias Señor por las personas que has puesto siempre sobre mi vida a fin de prepararme, moldearme y educarme en el camino tuyo, gracias por su tiempo, amor y dedicación y ayúdame a aprovecharlos al máximo.

Amén.


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