Campo de batalla

Publicado por Rev. Jose Peña en

INTRODUCCION:

Muchos habrán oido la frase: “una mente desocupada es taller de Satanás”, pensando en eso, nuestra batalla es siempre contra dos fuentes que son nuestros enemigos:

Nuestra propia carne (o deseos carnales)
El diablo que nos tienta o convence de pecar.

Hay tres canales que ambos enemigos operan la Biblia dice:

“ No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
1 Juan 2:15-17

Jesus dijo que en este mundo seriamos tentados, y solo cuando morimos y vamos con el podremos descansar de esa tentación y del pecado, pero sin embargo, Dios nos pide que seamos santos, o sea que nos apartemos del pecado y de lo malo. Eso muestra nuestro arrepentimiento y nuestro deseo de obedecerlo aunque nos cueste.

– Los deseos de la carne son muchos y depende de cada persona, a que fuiste esclavo o que pecado o adicciones has sufrido antes. Puede ser que estuviste atado al alcohol, a las drogas, el sexo ilícito, o a comer demasiado; en fin, cada persona tiene diferentes debilidades. Saber cuales son es importante para identificar cuando tu enemigo esta detrás de ti, tratando de hacerte caer.

-Los deseos de los ojos tienen que ver con lo que nos atrae a la vista, Eva vio que el fruto del árbol era ‘agradable a los ojos’, o sea se veía atractivo para comer no importando que estaba prohibido. Cómo dicen: no todo lo que brilla es oro. Ver no es pecado cuando es por accidente que ves algo que no debes, pero la actitud siguiente es la que te llevara a pecar o a la victoria.

– La vanagloria de esta vida, o sea la fama, las riquezas, y todo lo que es vano o no te puedes llevar cuando te mueres, ¿de que sirve vivir solo para todo eso si no lo vas a poder llevar? ¿No es mejor invertir tu vida en algo que es eterno y que vas a poder gozar por toda la eternidad?

Si bien los ojos son la puerta de entrada para muchos pecados, el terreno de batalla es en dos partes de nuestro ser:

1. Campo de batalla no. 1 – Nuestro Corazón

“Sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque este determina el rumbo de tu vida.”
Proverbios 4:23

El corazón es el centro de la vida, sin él nos morimos, pero aparte de eso la Biblia cambie nos dice que determina el rumbo de la vida, o sea que tiene un punto espiritual.

Dios ve las intenciones del corazón, o sea; lo que nos mueve o tenemos guardado, nuestras actitudes, o sea: lo que nos mueve o impulsa a tomar las decisiones que tomamos, sean buenas o malas.

“Pero lo que sale de la boca, sale del corazón; y esto es lo que contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos deseos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias.”
Mateo 15:18-19

“El corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?
«Lo conozco yo, el Señor, que escudriño la mente y pongo a prueba el corazón; que pago a cada uno según su conducta y según el resultado de sus obras.»”
Jeremias 17:9-10

Una de las razones por las cuales caemos en pecado es porque nos confiamos, el diablo no tiene necesidad ni de tentarnos cuando solitos por nuestra propia carne vivimos pecando. Y es porque creemos que nos conocemos, o nos confiamos mucho, por eso la solución es pedirle a Dios como oraba David:

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí.”
Salmo 51:10

2. Campo de batalla no. 2 – Nuestra Mente

Tal vez es la culpa de un pecado antiguo que nuestro enemigo espiritual continua trayendo a nuestra mente o las ansias de una adicción que no ha superado por completo, tal vez él te susurre palabras negativas que te hacen dudar sobre su fe,
o tu habilidad para realizar lo que Dios le pide que hagas.

Sea lo que sea, nuestra mente siempre es atacada por los deseos de la carne o el diablo mismo.

“Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno.”
Efesios 6:16

Cuando no conoces a Jesús el diablo trata de tenerte en el pecado, pero cuando ya lo conoces el desea traer duda de tu fe en Dios, a veces quiere que no creas en Dios, a veces quiere que te sientas que Dios no te escucha o que tu no mereces que Dios te oiga, en fin quiere poner dudas.

Otras veces quiere ponerte ideas como que Dios esta equivocado o te dio las instrucciones correctas, mira como se le acerco a Eva (la mujer sin pecado).

«¿Así que Dios les ha dicho a ustedes que no coman de ningún árbol del huerto?»

La mujer le respondió a la serpiente:

«Podemos comer del fruto de los árboles del huerto,pero Dios nos dijo: “No coman del fruto del árbol que está en medio del huerto, ni lo toquen. De lo contrario, morirán.”»

Entonces la serpiente le dijo a la mujer:
«No morirán. Dios bien sabe que el día que ustedes coman de él, se les abrirán los ojos, y serán como Dios, conocedores del bien y del mal.»

La mujer vio que el árbol era bueno para comer, apetecible a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría. Tomó entonces uno de sus frutos, y lo comió; y le dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.
Genesis 3:1-6

El diablo siempre disfraza la mentira con cierta verdad para confundir al INOCENTE.

Conclusion:

“Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”
Romanos 12:1-2

La protección para la mente es conocer la verdad y la verdad nos hará libres, o sea es super importante que en ves de ver novelas o la ultima serie de TV, tomes también tiempo de leer la Biblia, es bueno leerla toda, pero es imprescindible que por lo menos el nuevo testamento lo leas una ves al año. No de una vez pero a través de estudios bíblicos, poco a poco. Hazlo parte de tu rutina y disciplina diaria.

 


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