El Señor proveerá

Publicado por Rev. Jose Peña en

Génesis 22:1-17

La mayor prueba de Abraham, y la que pasó con honores fue esta: cuando Dios le pide que le sacrifique a su hijo Isaac.

Dios le pide el tesoro de su corazón, lo más grande que Abraham había logrado en su vida, el fruto de sus oraciones y el regalo que Dios le había dado, así como las promesas que venían con ese niño; pues ese era el heredero del pacto de Dios.

Cuando Dios le dijo a Abraham que tendría un hijo en su vejez, este prácticamente después escucho la voz de Sara y se equivocó al tomar a Agar, esta vez el no escuchó otra voz, seguramente no consultó con nadie, pues dice que se levanto muy de mañana y se fue a cumplir su tarea.

Cuando el niño le pregunta sobre el cordero para el holocausto, Abraham le responde como alguien que conoce a Dios: “Dios proveerá para si”, la certeza de Abraham revela la madurez que había alcanzado, la clase de relación que ahora tenía con Dios, después de todo Dios provee un carnero y Abraham llamó a aquel lugar Jehová Jireh, la revelación de uno de sus Nombres.

Solo cuando nuestra relación con Dios ha madurado y hemos caminado con El y lo conocemos más, podemos comprender que siempre sus intenciones son las de darnos grandes cosas, nunca nos pone a prueba a fin de que fallemos, sino para que le conozcamos un poco mas y para que nos conozcamos a nosotros mismo, a ver si hemos alcanzado un nivel mayor de madurez o seguimos igual. Pero cuando proseguimos en nuestro caminar con El, la revelación de su persona se hace mayor, tanto que nos son reveladas cosas que otros no pueden comprender, o no pueden conocer todavía, una cosa es cierta cuando llegamos a entender que El es nuestro Proveedor, las preocupaciones de cada día se vuelven pequeñas.

Muchas veces el nos pedirá que le entreguemos cosas o personas, por las que hemos orado mucho, esperado años tal ves, hemos recibido respuesta y con todo, El nos lo pide, pero una cosa es cierta; El se proveerá para si mismo, no es ni siquiera nuestro, todo lo que nos da es de El y para El, cuando nos da algo también le pertenece, negarlo es retener una bendición mayor.

La obediencia siempre trae consigo grandes bendiciones. Nuestra descendencia poseerá LA PUERTA de sus enemigos, que promesa. Por la puerta entran y salen, si somos los que la poseemos, la podemos abrir a quien queramos, así como también cerrarla a quien queramos, Dios provee las llaves también.

 

«Bendito y Buen Señor, mi proveedor, te agradezco este día por la revelación de tu palabra, por revelarme Tu Nombre y darme siempre a entender que al obedecerte, al entregarte mi vida y todo lo que me pidas, te estoy dando las llaves para que me bendigas aun mas de lo que estoy.

No hay nada imposible para Ti y siempre cuidas de los que amas. Gracias por darme las llaves del éxito, en Ti soy mas que vencedor, tengo control sobre las puertas de mis enemigos, ni las puertas del infierno prevalecerán y conquistaremos ciudades para tu hijo Jesucristo.

Dame ese monte que yo iré y lo conquistaré para Ti.

Amén»

Categorías: FeMadurez

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