La serpiente de bronce

Publicado por Rev. Jose Peña en

“Los israelitas salieron del monte Hor por la ruta del Mar Rojo, bordeando el territorio de Edom. En el camino se impacientaron y comenzaron a hablar contra Dios y contra Moisés:
—¿Para qué nos trajeron ustedes de Egipto a morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! ¡Ya estamos hartos de esta pésima comida!

Por eso el Señor mandó contra ellos serpientes venenosas, para que los mordieran, y muchos israelitas murieron. El pueblo se acercó entonces a Moisés, y le dijo:
—Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruégale al Señor que nos quite esas serpientes.

Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le dijo:
—Hazte una serpiente, y ponla en un asta. Todos los que sean mordidos y la miren vivirán.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un asta. Los que eran mordidos miraban a la serpiente de bronce y vivían.”
Números 21:4-9

INTRODUCCION:
Los israelitas en el desierto siempre reclamaban y se cansaban de no ver la tierra prometida, y envés de aprender seguían reclamando, esta vez fue igual, la impaciencia no nos ayuda cuando caminamos con Dios. Los Israelitas siempre pasaban pensando en que quizás estaban mejor en Egipto, según ellos habían obedecido a Dios, y ya querían estar descansando del desierto.

¿Que hacemos o decimos cuando nos sentimos en el desierto?

1. Cuando Dios te disciplina entre mas rápido aceptes tu culpa mas rápido saldrás del problema.

Todas las cosas que han quedado escritas en la Biblia son para que aprendamos y cambiemos nuestra actitud. Una cosa que podemos notar a favor del pueblo de Israel, es que aunque fallaban, aceptaban su culpa y respondían positivamente al castigo de Dios, muy contrario a reclamar o recriminar a Dios, y pensar que Dios no disciplina a los suyos.

“¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a hijos? Él dijo:
«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
y no te des por vencido cuando te corrige.
  Pues el Señor disciplina a los que ama
y castiga a todo el que recibe como hijo»”

Hebreos 12:5-6

2. En el castigo Dios siempre provee la solución

Los israelitas que eran mordidos por serpientes venenosas eran invitados a volverse hacia esta figura y a mirarla, en base a la Palabra dada por Dios de que el que esto hiciera viviría (Números 21:8)

«Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá».

La serpiente no era mágica o mística, lo único que estaba siendo probado es si estaban dispuestos a seguir el camino de Dios, es decir; hacer lo que Dios pide y como el pide que se haga. La obediencia es el único camino, si deseas la salvación solo el camino que Dios pone es válido.

3. No es el objeto que Dios use, sino Dios

Más tarde, los israelitas hicieron de ella un ídolo, que Ezequías rompió y deshizo; había recibido el nombre de «N’hushtan» (bronce) 2 Reyes 18:4:

«El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán».

La serpiente de bronce, ni aun la cruz de Jesús, ni mucho menos tu predicador favorito, tienen poder.

Solo son un objeto para probar la obediencia, en realidad todos solo apuntan a Jesús.

4. El único camino para Salvación

Jesús explicó el sentido espiritual de la crucifixión que iba a sufrir comparándose con la serpiente de bronce levantada por Moisés (Juan 3:14-15). Cristo, hecho pecado por nosotros, fue levantado sobre el madero de la Cruz y llevó la maldición en nuestro lugar.

La serpiente fue el objeto que el diablo uso para tentar a Adan y Eva, y para que el pecado entrara en este mundo, pero todo ese pecado ahora estaba clavado en la cruz, el pago por nuestra desobediencia.

Todos aquellos que por el veneno del pecado debían morir son salvos si dirigen a Él su mirada de fe (2 Corintios 5:21)

«Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él».

1 Pedro 2:24:

«quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados».

CONCLUSION:



Nada en este mundo vale la pena, las promesas de Dios son para una vida eterna, su Reino no esta en este mundo, si deseas estar en el Reino de Dios, solo tienes que obedecer la instrucción de Dios, y recibir a Jesús como tu Salvador. El pecado es el veneno del diablo, y solo Jesús nos puede sanar de ese veneno.

Recibe hoy a Jesús haz una oración sincera mas o menos así:

“Señor Jesús, reconozco que soy pecador, y que necesito de ti, yo te recibo hoy Jesús como mi Señor y Salvador, reconozco que en la cruz ofreciste tu vida por mi, y te pido que perdones mis pecados y me des vida eterna, gracias Señor, ayudarme a serte fiel todos los días de mi vida, amén.”

Aqui agrego un video que me gusto mucho sobre este tema y es para que lo veas con niños si les quieres enseñar a ellos tambien:

 


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